Desperte extrañando mi país, su cultura mi gente, especialmente los sencillos esos que hasta son inocentes, obligados por falta de conocimientos, educación y mil cosas más, pero que conservan nobleza natural en su corazón al menos así los recuerdo se que las cosas han cambiado pero así es como están en mi memoria.
En este país, soy una niña mala que se deja llevar por lo que no cree, lo que critica su alma y es muy difícil ir contra corriente, más aún cuando no tienes deseos de nada. Sé que la felicidad no es exclusiva de un lugar, aquí puede que haya gente que sea feliz, no he tenido la fortuna de conocer a nadie, pero no puede ser posible que no los haya, no me acostumbro a cambiar mi definición de felicidad, para mi la felicidad esta en la amistad, las sonrisas, en el apoyo y la solidaridad en salir y caminar sin rumbo disfrutando de paisajes en visitar a un amigo y tomarnos un café hablando de cualquier cosa, en cambio en este país debo encontrarla consiguiendo autos, grandes casas y tambien suele estar en las en las tiendas, sin reuniones familiares sin abrazos, sin sonrisas sinceras, solo las de cordialidad. Sera que no crecí aquí y pude gozar de lo otro por eso lo extraño.
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